Hermanos, ¿que provecho saca uno con decír: ¨yo tengo fe¨, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras, está muerta en su soledad. Pruebame tu fe sin obras que yo por mis obras le probaré mi fe.
Hermanos, ¿que provecho saca uno con decír: ¨yo tengo fe¨, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras, está muerta en su soledad. Pruebame tu fe sin obras que yo por mis obras le probaré mi fe.
Os exhorto, per la nisericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia santa, agradable a Dios, este es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
OREMOS CON LA IGLESIA - FEBRERO 27 2012, PG. 164
PUBLICACIONES SAN PABLO - VENEZUELA
Hoy nos hace la Palabra de Dios una excelente propuesta relacionada directamante con la prédica del amor. Nos habla de una forma muy concreta de practicar el amor: el compartir. "Comparte tu pan con el hambriento, sacia la necesidad del humillado... Entonces brillarà tu luz como la aurora, tus heridas quedaràn sanadas" (Is 58,7-8). La generosidad en compartir con el pobre será el signo revelador de nuestra conversión.
OREMOS CON LA IGLESIA - FEBRERO 26 2012, PG.151
PUBLICACIONES SAN PABLO - VENEZUELA
Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida, sean una contínua alabanza en tu honor; y ya que toda nuestra existencia es un don gratuíto de tu liberalidsd, haz que también cada una de nuestras acciones te esté plenamente dedicada. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo.
OREMOS CON LA IGLESIA - Febrero 18 2012, Pg. 116
PUBLICACIONES SAN PABLO - VENEZUELA
Bendecid a los que os persiguen,
no maldigáis. Alegraos con los que se alegran;
llorad con los que lloran.
Tened un mismo sentír entre vosotros,
sin apetecer grandezas;
atráidos mas bien por lo humilde.
Señor Dios, salvador nuestro, danos tu ayuda para que siempre deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: así, los que de ti hemos nacido en el bautismo, seremos tus testigos entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo.
OREMOS CON LA IGLESIA - FEBRERO 2011
PUBLICIONES SAN PABLO - VENEZUELA
No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. Da tu pan al hambriento y da tus vestidos al desnudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al Señór en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a buen fin todas tus sendas y proyectos.
OREMOS CON LA IGLESIA - FEBRERO 2011, PG. 74
PUBLICACIONES SAN PABLO - VENEZUELA
Vengo, Señor, cabe las igneas huellas
de tus sacras heridas luminosas:
quíntuple abrir de inmarcesibles rosas,
suma constelación de cinco estrellas.
Vengo a poblar sus oquedades bellas,
a estudiar sus aulas silenciosas,
y a beber, con ternuras dolorosas,
la miel acíbar que pusiste en ellas.
Cuando zozobre mi valor inerme,
y vaya en turbias ansias a abismarme
y llagado también llegue yo a verme,
deja a tus dulces llagas allegarme,
y en sus íntimos claustros esconderme,
y en su divina suavidad curarme.
OREMOS CON LA IGLESIA - ABRIL 2011
PUBLICACIONES SAN PABLO - VENEZUELA
Las sombras oscuras huyen,
ya va pasando la noche;
yel sol, con su luz de fuego,
nos disipa los temores.
Ya se apagan las estrellas
y se han encendido soles;
el rocío cae de los cielos
en el cáliz de las flores.
Las criaturas van vistiendo
susu gals y sus colores,
porque al nacer nuevo día
hacen nuevas las canciones.
¡Lucero Cristo del alba,
que pases entre esplendores
apacienta nuestras vidas
ya sin sombras y sin noches!
¡Hermoso Cristo, el Cordero,
entre collados y montes!
OREMOS CON LA IGLESIA - MARZO 2011
PUBLICACIONES SAN PABLO - VENEZUELA
Languidece Señor la luz del día
que alumbra la taresa de los hombres;
mantén, Señor, mi lámpara enceniída,
claridad de mis días y mis noches.
Confío en ti , Señor, alcázar mío,
me guien en la noche tus estrellas,
alejas con su luz mis enemigos,
yo sé que mientras duermo no me dejas.
Dichosos los que viven en tu casa
gozando de tu amor ya para siempre,
dichosos los que llevan la esperanza
de llegar a tu casa para verte.
Que sea de tu día luz y prenda
este día en el trabajo ya vivido,
recibe amablemente mi tarea,
protégeme en la noche del camino.
Acoge, padre nuestro, la alabanza
de nuestro sacrificio vespertino,
que todo de tu amor es don y gracia
en el Hijo Señor y el Santo Espíritu.